Warren Wolfe se describe a sí mismo como un "hacedor" al que le gusta mantenerse ocupado. Un día, mientras trabajaba en su patio, dice que probablemente estaba “exagerando” y que un problema subyacente con su espalda de repente “se puso realmente mal”. Intentó controlar el dolor, pero no proporcionó la ayuda que esperaba. El 9 de mayo de 2018, se sometió a una cirugía de fusión espinal con el cirujano ortopédico Daniel Lee, MD, en el Hospital Valley.
Las primeras 48 horas posteriores a la cirugía fueron las más difíciles porque le recetaron reposo en cama. Después de eso, su recuperación "despegó", dice. Fue transferido a rehabilitación hospitalaria, donde el personal lo hizo sentir como un "VIP". Sus terapeutas lo levantaron caminando y realizando actividades cotidianas, e incluso lo hicieron practicar cocinar un huevo para prepararse para su regreso a casa. "Estaban por encima y más allá", dice. "Pasé de estar literalmente de espaldas a caminar por todo el hospital el último día con un andador".
Poco tiempo después de regresar a casa, caminaba sin ayuda bajo la supervisión de su fisioterapeuta y seguía avanzando. "Sin la rehabilitación, no estaría donde estoy hoy", dice.
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